El cerebro humano está dividido en dos hemisferios: el izquierdo y el derecho. El izquierdo controla todo lo que corresponde al pensamiento lógico y racional, mientras que el derecho tiene que ver con las emociones, la creatividad, la fantasía y lo subjetivo. Los seres humanos combinamos la información que nos proporcionan ambos hemisferios y así conocemos, pero este proceso es diferente en hombres y mujeres.• Las mujeres tienden a trabajar con ambos hemisferios simultáneamente. En otras palabras, nunca independizan los procesos racionales de las emociones. Por eso no es sorprendente que cuando hablen con alguien pongan atención no sólo a lo que les dicen, sino también a la expresión y los gestos con que se lo dicen, a la ropa que trae puesta su interlocutor, a la espinilla que tiene en la cara, a la forma como mueve las manos y al estado del clima. Las mujeres pueden estar en muchos canales al mismo tiempo y por eso pueden ser tan detallistas, intuitivas, sensibles y, por qué no decirlo... ¡en Muchos casos también chismosas! También tienen una gran capacidad para fantasear y es por eso que se arman ellas solas unos novelones dándole vueltas y vueltas a lo mismo. • Está demostrado que la mujer procesa con mayor rapidez los estímulos sensoriales y verbales, lo gran le da una gran capacidad para relacionar, percibir y comunicar tanto la información verbal como no verbal, así como las emociones. Su estrategia es la persuasión por la vía indirecta... así como quien no quiere la cosa. No en vano dicen que “el hombre lleva los pantalones, pero del color que la mujer quiere”.• Los hombres son más dados a trabajar con un solo hemisferio a la vez. Por eso tienden a no mezclar la razón con las emociones, como lo hacen las mujeres. Esto los hace más racionales y “fríos” a la hora de tomar sus decisiones, pero también menos capaces de expresar sus sentimientos. • Ellos no se enrollan dándole vueltas a las cosas, no se complican la vida. Simplemente extraen lo esencial sin fijarse mucho en los detalles. Por eso, cuando hablan con alguien es inútil esperar que sepan cómo andaba de ánimo esa persona y, menos aún, qué ropa traía puesta. • Ellos prefieren resolver uno a uno sus problemas y cuando centran su atención en algo no les gusta que los distraigan (por eso es mejor no interrumpirlos cuando ven el fútbol o la televisión). • De acuerdo con estudios científicos el cerebro masculino está organizado de manera más compacta y eficiente para el procesamiento de información visual y espacial, así como para el razonamiento matemático. De ahí que tiendan a ser más analíticos, amantes de los cálculos, fórmulas y deducciones. y tu que opinas??????
viernes, 29 de febrero de 2008
lunes, 4 de febrero de 2008
honestidad
Hace muy poco, nos quedamos de encontrar en el centro con una amiga. Apenas nos vimos, ella se miró (venía directo de terreno) y me dijo: "Estoy hecha un desastre; no alcancé a cambiarme". Yo también la quedé mirando, pensando en que efectivamente lo estaba, pero me reí y le respondí que no, y que todos iban a pensar que era una extranjera un poco excéntrica.
Cuando pienso en la honestidad, en ese gran valor de nuestra sociedad, no puedo dejar de pensar en esa escena. Desde pequeñas nos socializan con que hay que ser honestas, hablar con la verdad. Y coherente con ello, hay personas que andan "de honestas por la vida". ¿Por qué esas personas, que son representantes de este valor universal, no son habitualmente tan queridas ni admiradas? ¿Por qué son incluso bastantes temidas a veces?
La explicación tiene que ver con una distinción que le escuché por primera vez a mi padre: que la honestidad no es un mono valor. O sea, en cada uno de nuestros actos o interacciones están mezclados un sinnúmero de intenciones y valores.
Cuando yo tranquilizo a mi amiga, diciéndole que no está hecha un desastre, en rigor estoy mintiendo, estoy siendo deshonesta. Pero a la vez, estoy siendo profundamente honesta con mi cariño hacia ella, con querer que se sienta bien porque a esa hora (a las 10:00 de la noche) no había cómo solucionar la situación. ¿Qué hubiese pasado si hubiera sido puramente sincera? Probablemente la hubiera insegurizado y, o no vamos o ella entra sintiéndose totalmente inadecuada.¿Cuántas personas que andan de "francas por la vida" se permiten ser ofensivas avaladas por la honestidad? Porque así podemos ser honestamente irónicos, honestamente agresivos, honestamente amorosos, honestamente compasivos, honestamente tiernos y así sucesivamente.
La honestidad, sin duda, es un valor central, pero siempre tenemos que hacernos cargo de que ésta va de la mano con otros valores o intenciones, como el amor, el respeto o la descalificación. Sólo después de comprender esto podremos ser absolutamente coherentes con lo que le queremos transmitir al otro.
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